“No sabíamos qué hacer de comer, mi marido fue a buscar pescado y no consiguió en el barrio, entonces se puso con la parrillita afuera y yo tenía fiambre en la heladera entonces me puse a hacer unas empanaditas de jamón y queso”, dijo Roxana.
Antes de que se termine de asar el pollo, aún quedaban empanadas para degustar y el hijo de la pareja pidió permiso para comer una más y ahí fue cuando se llevó la sorpresa. “La agarró y empezó a gritar «Jesús, Jesús», yo pensé que era otra cosa, porque tengo un tío que se llama así y pensé que lo decía por él”, señaló.
“No sabíamos qué hacer de comer, mi marido fue a buscar pescado y no consiguió en el barrio, entonces se puso con la parrillita afuera y yo tenía fiambre en la heladera entonces me puse a hacer unas empanaditas de jamón y queso”, relató en Telenoche (El Tres), Roxana.
Antes de que se termine de asar el pollo, aún quedaban empanadas para degustar y el hijo de la pareja pidió permiso para comer una más y ahí fue cuando se llevó la sorpresa. “La agarró y empezó a gritar «Jesús, Jesús», yo pensé que era otra cosa, porque tengo un tío que se llama así y pensé que lo decía por él”, señaló.